Eine kleine Nachtmusik

Freitag, Juni 01, 2007

Jacqueline Du Pré (1945 - 1987)


Figura entrañable, conmovedora... Sus dedos tañen las cuerdas y su espíritu nos percute como puntas filosas que atraviesan la carne, como agujas de luna creciente. Cabellos de sol, espumosos, siempre libres como serpientes medusinas y sus ojos, igual de cautivadores. Todo un enigma, una leyenda, como una bella rosa.

Cuando la música le brota como descarga eléctrica, el cuerpo se contornea compulsivamente, tan emotiva, tan apasionada, como otra increíble criatura que es inspirada para ser instrumento de la música, la vida.

La bella creación de Elgar nunca antes ni después ha sido igual glorificada. En él, ningún cello suena como el de ella, ningún Elgar como el de Du Pré:

"I can't continue to read what I've written. Everything I want to say can be told in this story. Recently, I was conducting the Elgar concerto in New York. Toward the end of the third movement, I just couldn't conduct anymore. The cellist looked up and said, 'You're thinking of her, aren't you?' 'Yes', I replied. The thought of Jackie playing with me in London for the last time in 1973 completely overwhelmed me. At that point I knew I could never conduct the Elgar again. There was no one like Jackie and no one could replace her. There is nothing else I can say. There is nothing else to be said."

Zubin Metha, 1988.
Y las razones sobran y estremecen. Metha no volvió a conducir el concierto de Elgar.
De los últimos años de Du Pré sabía que fueron difíciles y no recordaba por qué. Más nunca he olvidado que la primera vez que escuché éste concierto de Elgar fue con ella y termino sin saber qué es lo que me conmueve más, si la belleza del concierto mismo o su interpretación... creo que no hay respuesta precisa para ello. Tanto amor puede hacer vulnerable al ser más apasionado, de pronto es que la música llega y ya no se vuelve a ser el mismo.

No pretendo dar detalle de su historia, sólo deseo dedicarle éste espacio en homenaje e invitarles a que busquen más de ella y por supuesto, que escuchen sus grabaciones.



Sie hören: Elgar: Cello Concerto in E Minor, Op. 85 - I. Adagio - Moderato.